¿El gran culpable detrás del inicio del «hábito»? La publicidad es uno de ellos.
¿La solución? Campañas masivas en los medios de comunicación, precios más altos para los productos del tabaco, leyes y políticas anti-tabaco, programas escolares basados en evidencia y esfuerzos sostenibles de amplio alcance en la comunidad.
27 de agosto de 2012 — Tal como en Chile, en EE.UU., casi ninguna persona empieza a fumar después de los 25 años. Cerca de 9 de cada 10 fumadores empezaron a fumar antes de los 18 años y el 99% lo hizo antes de cumplir los 26. El paso del consumo de tabaco ocasional al consumo diario casi siempre ocurre antes de los 26 años de edad.
El Informe No 31 del Cirujano General de los EE. UU., publicado recientemente en español, describe la epidemia de tabaquismo en los jóvenes entre los 12 y 17 años y los adultos jóvenes entre los 18 y 25 años de edad y concluye que la publicidad y las campañas promocionales del tabaco todavía atraen a demasiados jóvenes para que empiecen a consumir tabaco.
Resultados claves a los que Chile debe atener:
- Los jóvenes son vulnerables a las influencias sociales y ambientales para que consuman tabaco y están expuestos constantemente a mensajes e imágenes que hacen el consumo de tabaco atractivo para ellos.
- Las imágenes de la publicidad del tabaco hacen que el consumo de tabaco se vea como algo atractivo para este grupo de edad.
- Los jóvenes y adultos jóvenes observan a personas que fuman en su círculo social, en las películas que ven, en los videojuegos que juegan, en los sitios de internet que frecuentan y en las comunidades en que viven.
- Con frecuencia fumar se muestra como una norma social y los jóvenes expuestos a esas imágenes tienen más probabilidad de fumar.
- Los jóvenes expuestos a imágenes de personas fumando en la pantalla tienen más probabilidad de fumar. Los que tienen más exposición a películas en las que se fuma tienen casi el doble de probabilidad de empezar a fumar que los que tienen menos exposición.
- Las imágenes de personas fumando en las películas han disminuido en la última década; sin embargo, en el 2010 casi un tercio de las películas más taquilleras dirigidas a niños, de clasificación G, PG o PG-13, contenía imágenes de personas fumando.
- En EEUU., las compañías tabacaleras gastan más de un millón de dólares por hora en la publicidad de sus productos. La industria tabacalera alega que su publicidad solo fomenta la selección de marcas entre los fumadores adultos. Independientemente de la intención, estas estrategias de mercadeo fomentan el consumo de tabaco entre los jóvenes menores de edad.
- Más del 80% de los fumadores menores de edad seleccionan la marca entre las tres que tienen mayor publicidad.
- Mientras más expuestas estén las personas jóvenes a la publicidad y las actividades promocionales de los cigarrillos, tendrán mayor probabilidad de fumar.
- El informe indica que el amplio uso de promociones con reducción de precios ha llevado a tasas más altas de consumo de tabaco entre los jóvenes, lo que no ocurriría si no existieran esas promociones.
- Muchos de los productos del tabaco en el mercado atraen a los jóvenes, entre ellos los puros de tamaño similar a los cigarrillos que contienen sabores de caramelos y frutas.
- Muchos de los novedosos productos de tabaco sin humo no requieren escupirlo y otros se deshacen en la boca como las mentas; entre estos productos están el «snus», un tipo de tabaco de mascar, pastillas para chupar y tiritas que se disuelven en la boca. Estos productos son atractivos para los jóvenes, en parte porque se pueden usar sin que los detecten en la escuela u otros lugares en que está prohibido fumar. Sin embargo, estos productos causan y mantienen la adicción a la nicotina, y la mayoría de los jóvenes que los usan también fuman cigarrillos.
- Mediante la publicidad y las actividades promocionales, los empaques y los diseños de producto, la industria tabacalera fomenta el mito de que fumar mantiene delgadas a las personas. Este mensaje es particularmente atractivo para las jóvenes. Pero es mentira: los adolescentes fumadores no son más delgados que los no fumadores.
Los programas integrales, sostenibles y de componentes múltiples pueden reducir a la mitad el tabaquismo en los jóvenes en seis años. Algunos componentes claves son:
- La prevención es de suma importancia. Los programas eficaces con componentes múltiples previenen que los jóvenes empiecen a consumir tabaco en primer lugar y su costo es más que justificado por las vidas que salvan y el dinero que se ahorra en atención médica.
- Entre las estrategias que componen los programas integrales de control del tabaquismo que son eficaces están: campañas masivas en los medios de comunicación, precios más altos para los productos del tabaco, leyes y políticas antitabaco, programas escolares basados en evidencia y esfuerzos sostenibles de amplio alcance en la comunidad.
Ver el informe completo en: http://www.surgeongeneral.gov/library/reports/preventing-youth-tobacco-use/hoja-informativa.html