Declaración de Matthew L. Myers
Presidente, Campaña para Niños Libres de Tabaco (Campaign for Tobacco-Free Kids)
WASHINGTON, DC – (14 de octubre de 2014). El gobierno de Uruguay ha enviado un mensaje retumbante a Philip Morris International —y a la comunidad internacional— de que tiene un caso extremadamente fuerte y no retrocederá en la defensa de sus leyes de control de tabaco contra una demanda intimidatoria presentada por la gigantesca tabacalera. Uruguay presentó ayer una defensa legal de sus leyes que salvan vidas respecto al empaquetado y etiquetado de tabaco, que Philip Morris ha impugnado como una violación de un tratado de inversión internacional.
Los hechos demuestran cuán débil es el caso de Philip Morris. Nos sentimos confiados de que Uruguay se impondrá porque se encuentra ejerciendo correctamente su derecho soberano —de hecho, su obligación— para con los ciudadanos de Uruguay con el fin de proteger su salud contra los daños causados por el tabaco. La demanda de Philip Morris no tiene fundamentos y es un abuso del sistema de comercio internacional.
Philip Morris está impugnando las leyes de Uruguay que ordenan colocar grandes advertencias gráficas de salud que cubran el 80 por ciento de las partes delantera y trasera de los paquetes de tabaco, que limitan cada marca de cigarrillos a una variación y que eliminan etiquetas engañosas como «light» y «bajo contenido de alquitrán», que falsamente implican que algunos cigarrillos son menos perjudiciales. Estas políticas no violan los tratados de inversión, están firmemente apoyadas por evidencia científica y cumplen con las obligaciones legales de Uruguay de acuerdo con la Convención Marco de la Organización Mundial de la Salud sobre el Control del Tabaco, primer tratado de salud pública de todo el mundo. Uruguay es una de las 179 partes firmantes del tratado, que obliga a los países a implementar medidas eficaces para reducir el consumo de tabaco.
Las políticas de Uruguay han sido eficaces. Un estudio de 2012 publicado en The Lancet concluyó que el enfoque integral de políticas de control de tabaco de Uruguay condujo a disminuciones sustanciales en el uso del tabaco. Según el estudio, el consumo de cigarrillos por persona, de 2005 a 2011, descendió en 4.3 por ciento al año y la tasa de fumadores adultos disminuyó un 3.3 por ciento al año.
Las demandas de Philip Morris ya han sido escuchadas y rechazadas por el sistema judicial de Uruguay. Habiendo perdido en los tribunales de Uruguay, Philip Morris impugnó entonces las leyes de Uruguay como la violación de un tratado bilateral de inversiones entre Uruguay y Suiza. Ese caso está siendo atendido por un panel de arbitraje administrado por el Banco Mundial.
El resultado de este caso es crítico para los esfuerzos por reducir el uso del tabaco no solo en Uruguay, sino en todo el mundo. Cada vez más, Philip Morris y otras compañías tabacaleras impugnan las medidas de control de tabaco de diversas naciones como si fueran violaciones de tratados comerciales y de inversión. Estas demandas son flagrantes intentos de intimidar a los países para que dejen de tomar medidas efectivas con el fin de reducir el consumo de tabaco, que es la causa número uno del mundo de muertes evitables. A menos que la comunidad internacional se una contra la industria tabacalera, estos ricos Goliats corporativos continuarán apuntando hacia los pequeños países David que no pueden darse el lujo de participar en costosas batallas legales.
Philip Morris ha presentado una impugnación legal similar, que implica otro tratado de inversión, contra la ley de Australia que ordena vender cigarrillos en paquetes simples con grandes advertencias gráficas. Esa ley ha contribuido a una reducción del 15 por ciento en la tasa de fumadores de Australia desde su implementación.
A pesar de los intentos de Philip Morris, la compañía tabacalera multinacional más grande del mundo, para intimidar a Uruguay, una nación de solo 3.3 millones de personas, las declaraciones de hoy muestran que Uruguay no retrocederá.
Mientras Uruguay presentaba su defensa, las partes del tratado de control de tabaco iniciaron una conferencia en Moscú para promover su aplicación. Los gobiernos que participan en esta conferencia deben ratificar su compromiso con medidas basadas en evidencias que reducen el consumo de tabaco y envían un mensaje inequívoco a las compañías tabacaleras de que las severas tácticas se cumplirán con la misma resistencia mostrada por Uruguay.
La Campaña para Niños Libres de Tabaco apoya fuertemente al gobierno de Uruguay en su defensa de medidas probadas que reducirán el consumo de tabaco y salvarán vidas. Esperamos que la valiente postura de Uruguay inspire a una acción similar por parte de otros gobiernos para enfrentarse a los desafíos de la industria tabacalera y afronte agresivamente la epidemia del tabaco. Sin una acción urgente, este siglo el uso del tabaco cobrará 1,000 millones de vidas en todo el mundo.