13 de noviembre de 2013. (CHLT).-Con contundente evidencia científica internacional reciente, Chile Libre de Tabaco solicitó a la Contraloría General de la República que rectifique el dictamen que frenó el decreto del Ministerio de Salud, que establece la prohibición del uso del mentol como aditivo en productos de tabaco. La resolución del órgano contralor atenta directamente al espíritu y cumplimiento de la Ley de Tabaco, que entró en vigencia el 1° de marzo de 2013.
Chile Libre de Tabaco cuestiona las argumentos que entrega Contraloría para rechazar el decreto del Ministerio de Salud, el cual señala de manera expresa los estudios, casos y legislaciones en las que el uso del aditivo mentol se configura como un agente que aumenta la adicción en los consumidores de tabaco.
La Contraloría en su dictamen establece una modificación improcedente y por tanto una exigencia que transforma su resolución en un instrumento que ejerce acciones privativas del poder legislativo, y que resultan ajenas a sus acciones como órgano contralor. En este sentido, cabe consignar que el Ministerio de Salud es el único organismo en nuestro país que de acuerdo a la Ley Nº 19.419, modificada por la Ley Nº 20.660 puede establecer prohibiciones respecto del uso de aditivos.
Con la prohibición del uso de aditivos, y en este caso el mentol, no sólo persigue proteger a quienes hoy consumen tabaco, sino que también y muy especialmente a quienes se inician o bien se ven expuestos a la amenaza de su consumo.
Las cifras demuestran que la puerta de entrada al hábito tabáquico ocurre durante la adolescencia, y se perpetúa durante la adultez. La industria del tabaco, en pleno conocimiento de esta situación, ha desarrollado estrategias de mercado y tecnológicas para promover el consumo de cigarrillos entre los más jóvenes.
Evidencia internacional
Para las organizaciones de la sociedad civil chilena, instituciones médicas y académicas, el dictamen de Contraloría demuestra que al momento de su resolución no manejaba todos los antecedentes de la amplia evidencia científica sobre el tema, al argumentar que “no existe una relación directa entre la utilización de este elemento (mentol) y un aumento en los niveles de adicción, o de los daños a la salud o del riesgo de los perjuicios que puedan sobrevenir” como consecuencia del consumo de tabaco mentolado.
El último informe de la FDA (USA) emitido en julio de este año, (“Preliminary scientific evaluation of the posible public health effects of menthol versus non-menthol cigarettes”) revisa la más actualizada evidencia sobre el efecto del mentol en la salud de las personas.
Los jóvenes, las mujeres y las personas de nivel socioeconómico bajo tienen las más altas tasas de consumo de cigarrillos con mentol, en comparación con otros grupos de fumadores.
El mentol en los cigarrillos se asocia fuertemente al inicio y progresión del consumo de tabaco. Los nuevos fumadores (adolescentes la mayor parte de ellos) prefieren los cigarrillos con este aditivo mucho más que el resto de la población fumadora.
Además, el mentol en los cigarrillos se asocia fuertemente con la reducción en el éxito en las terapias de abandono del tabaco.
Evidencia reciente que revisó los documentos internos de la industria tabacalera, señala que se ha manipulado el contenido de mentol en los cigarrillos para reforzar la conducta de fumar y la adicción, y disminuir el deseo de dejar de fumar (inhibir la cesación).
También se demuestra que la industria del tabaco enfocó sus estrategias de marketing de los cigarrillos con mentol hacia la juventud y hacia quienes se inician en el consumo, así como a grupos vulnerables.
Las propias investigaciones realizadas por la industria del tabaco comprueban que agregar mentol a los cigarrillos aumenta el número de partículas finas en el humo en un 10–20%. Estas partículas finas tienen un efecto adverso directo en la morbilidad y mortalidad cardiovascular, y pueden desencadenar un evento cardíaco agudo.
Considerando que la misión de la Contraloría es velar por el cumplimiento del ordenamiento jurídico por parte de la Administración del Estado, a través de una relación colaborativa con sus organismos y con los ciudadanos, promoviendo el bien común, es que las organizaciones de la sociedad civil, instituciones médicas y académicas confiamos que el organismo tomará en cuenta los nuevos antecedentes para revocar su dictamen con el objeto de proteger la salud de la población.